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martes, 11 de septiembre de 2012

El octavo pecado

Soy trazos de sol en sábanas cada mañana.

Soy vela que se ahoga con un soplo del alba.


Soy, sin ser, palabras que despuntan en miradas.


Soy porqué sin pretensión que no entiende de razones.


Soy intersección dónde se disgregan ilusiones.

Soy manos torpes restauradoras de emociones.


Soy brazo de antaño, mecedor de sueños sin dueño.


Soy recodo que cobija mis, tus y sus anhelos.


Soy llanto mudo, perpetuo y olvidado.


Soy esas vísperas al intransigente vaivén.


Soy del osado el cuando y el tal vez.


Soy una repentina viceversa al revés.


Soy alto en un camino que no se ha tomado.


Soy el mismo vértigo que precede al salto.


Soy duda de la certeza que se tiene de antemano,


Soy, de los pecados el octavo, por nombrar y estipulado.




lunes, 10 de septiembre de 2012

Terca autopsia a un ayer

Me quedo aquí,
con mi rebeldía,
tu ausencia.
Con mis ocasos
y con tus taciturnos ecos.


Cobijando instantes,
me quedo con los retales de mi tiempo, 
despedazando esperanza, 
en mis tercas autopsias al ayer.


Me quedo en la orilla, 
saboreándome a solas,
con tus dudas no pronunciadas,
con tus verdades no reflexionadas.

Me quedo sin tus derrotas,

las humildes y las orgullosas,
me quedo a continuar cosiendo mis alas,
me quedo aquí, entre el mismo sinfín de gaviotas.




viernes, 13 de julio de 2012

Se dice callando

Entre las cosas que más frío y vacío dejan, se encuentran el sentir como uno comienza a alejarse sin haber llegado, o los besos con sabor a quizás, las miradas que preceden a una despedida... o todo a la vez.

Con los brazos quebrados

de tan fuerte abrazar su ausencia,
desde mucho antes que se hubiera ido.
Y si bien escribe mi amado Benedetti;
"el dolor se dice callando"
elevada mi pena al cuadrado
ya qué por silencio es mi duelo.