Me sonrío y pienso en el día
que nos busquemos sin retorno,
con una 3ª guerra mundial que
de sobra sabíamos estallaría.
Y hallarnos allí, cavando en restos de razón
cargadas de soledades por atrincherar,
cambiando la culpa por metralla,
el viejo trueque de fortuna por agallas.
Escoger el bando ganador
y que nos señalen desertoras
del hoy y su derrota,
del mañana y sus mil victorias
prófugas del ahora y el adiós.
Me sonrío y sin pensar me sorprendo pensando
que cuando todo estalle algún par de brazos ofrecerán exilio
sin pedir a cambio simulacros de conquista, sin restos, sin auxilios.
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